El resultado de una exhibición
En 1942 aparecieron en las ciudades suecas carteles que representaban a un ladrón con un antifaz. Los carteles anunciaban la exposición itinerante “Frente contra el ladrón”, organizada como respuesta a la creciente ola de criminalidad que azotaba a Suecia. Cuando la exposición llegó a Estocolmo, reunió a la industria de seguros, la división de sistemas de alarma de la empresa de telecomunicaciones LM Ericsson y la policía. Erik Philip-Sörensen, ya reconocido como el principal experto en seguridad de Suecia, fue invitado.
Los debates celebrados en la exposición marcaron un punto de inflexión en la historia de la industria de la seguridad sueca. Hubo consenso en cuanto a que Suecia necesitaba una empresa de seguridad nueva y moderna para hacer frente al aumento de la delincuencia utilizando métodos de vigilancia tradicionales. Erik ya era el director general de Förenade Svenska Vakt, pero como el tiempo apremiaba, se fundó una nueva empresa, Städernas Vakt, con Erik a la cabeza de las operaciones. ¡Ahora era el director ejecutivo de dos importantes empresas de seguridad!
Uso en tiempos de paz de innovaciones nacidas en la guerra
La Segunda Guerra Mundial había acelerado el ritmo de la innovación en el campo de la seguridad. Después de la guerra, muchas tecnologías fueron reutilizadas para aplicaciones de seguridad en tiempos de paz. Innovaciones como radares, sensores o televisiones tenían el potencial de llevar la industria de la seguridad al siguiente nivel. Städernas Vakt fundó ya en 1948 una división tecnológica con el objetivo de perfeccionar y adaptar estas tecnologías para fines de seguridad en tiempos de paz.
En estrecha colaboración con el gigante de las telecomunicaciones LM Ericsson (más tarde, simplemente Ericsson), Städernas Vakt utilizó centrales de alarma ya existentes para ofrecer soluciones de seguridad. Después de conseguir un importante contrato del Servicio Postal Sueco, era necesario ampliar los servicios de seguridad a todo el país. El nuevo contrato también enfatizó la necesidad de nuevas tecnologías, ya que depender de la seguridad tradicional para atender a un cliente a nivel nacional reduciría excesivamente los márgenes de ganancias.
En el libro de Sten Söderberg sobre Securitas, Helga Zimmerman, la primera contratada por Städernas Vakt, recuerda los primeros días en los que tuvo que desempeñar muchas funciones diferentes en su puesto: “yo era cajera, contable, operadora de central de alarmas y recepcionista eficaz en el mostrador de entrada'". La primera oficina en el centro de Estocolmo no tenía escritorios, por lo que Helga tenía que supervisar los libros de contabilidad sobre su regazo. Afortunadamente, tras diez años de operaciones, Städernas Vakt tenía más de 600 clientes en 37 sucursales. ¡Y escritorios en sus oficinas!
El nacimiento de Securitas Alarm
Un año después de que Städernas Vakt fundara su división de tecnología, la otra gran empresa de seguridad, Förenade Svenska Vakt, hizo lo mismo y fundó Securitas Alarm (la primera vez que se utilizó el nombre Securitas en Suecia).
Ser director ejecutivo de dos empresas competidoras no era lo ideal. La junta directiva pensó que se trataba de una doble función dudosa, por lo que Erik renunció como director general de Städernas Vakt. Para evitar que Städernas Vakt y Securitas Alarm perjudicaran mutuamente su base de clientes y sus perspectivas, Erik decidió fijar el ferrocarril Estocolmo-Gotemburgo fuera la línea de demarcación. Las operaciones de Securitas Alarm estaban al sur de las vías, mientras que las de Städernas Vakt estaban al norte.
Ya desde su fundación, Securitas Alarm se introdujo en el mundo de los sistemas de seguridad automatizados. La nueva división tenía la tarea de desarrollar e implementar soluciones tecnológicas, centrándose principalmente en alarmas antirrobo y otros sistemas que complementan los servicios de vigilancia tradicionales. El objetivo era mantenerse a la vanguardia en una industria que avanzaba cada vez más hacia la automatización para mejorar la eficiencia y la fiabilidad. Inicialmente, Securitas Alarm era más una carga financiera que un generador de ingresos, pero aun así siguió siendo competitivo.
Uniendo fuerzas
Para prestar un servicio eficaz al Servicio Postal Sueco, se estableció una colaboración entre las dos empresas. Esta cooperación llevó finalmente a que Securitas adquiriera Städernas Vakt. La nueva empresa tenía su sede en Estocolmo y se convirtió en la fuerza dominante en seguridad tecnológica, con sus cuotas de mercado combinadas.
El mayor uso de tecnología en la vigilancia se convirtió en una realidad gracias a dos acontecimientos separados: la ola de criminalidad de la década de 1940 que unió a diferentes sectores de la sociedad en un esfuerzo colaborativo, y los nuevos avances tecnológicos impulsados por la Segunda Guerra Mundial, que hicieron que las innovaciones de la guerra estuvieran disponibles para usar en tiempos de paz. Combinados, esos factores remodelaron la industria y pusieron a Securitas en una nueva trayectoria, un camino en el que la compañía se encuentra hasta el día de hoy.
Securi-Coll
Con 110 empleados (muchos de los cuales ingenieros), una oficina en Estocolmo y una fábrica en Tewkesbury, Inglaterra, Securitas Alarm comenzó a desarrollar alarmas antirrobo, detectores y sistemas informatizados para control de accesoss. El primer logro llegó con Securi-Coll, un sistema de control de acceso totalmente automático. Presentado por primera vez en una reunión de la Liga Internacional de Seguridad en Turín, Italia, en 1961, fue un éxito inmediato.
Hoy en día todos estamos acostumbrados al control de acceso automático, pero a principios de los años 60 era algo completamente nuevo. Con Securi-Coll, los empleados llevaban una tarjeta de identificación que insertaban en un lector de tarjetas en la puerta. Después de introducir un PIN de cuatro dígitos en un teclado, el número de identificación del empleado (junto con la fecha, hora y lugar de entrada) se registraba en una tarjeta perforada. Se automatizó completamente un procedimiento que requería mucho tiempo y mano de obra, lo que marcó un gran avance para la industria. Esta fue también la primera vez en la historia que se utilizaron códigos PIN de cuatro dígitos.
De gasolineras a bancos
Impulsados por el éxito de Securi-Coll, los ingenieros de Securitas Alarm exploraron el mercado en busca de nuevos usos para la tecnología de seguridad. En los mismos tiempos en los que debutó la solución de control de acceso automático, el sector bancario estaba experimentando un cambio significativo. El cambio de efectivo a cheques para el pago de salarios resultó en un aumento de costes de debido al mayor volumen en el procesamiento de cheques. Y cuando a los bancos suecos se les dejo de permitir la apertura en sábado, la situación se volvió demasiado difícil de manejar. Había que hacer algo para satisfacer la demanda de servicios bancarios.
Mientras tanto, Securitas había desarrollado nuevos usos para Securi-Coll. En 1965 se desarrolló un mecanismo para servicios automatizados como el registro de horas y las compras de autoservicio. Poco después de obtener su patente, Securitas introdujo en Suecia los primeros sistemas de pago automatizado para gasolineras del mundo, permitiendo transacciones con tarjetas y códigos sin necesidad de personal de atención. ¿Podría ser esta tecnología la solución a los problemas de capacidad del banco? Una solución automatizada para la retirada de efectivo ayudaría a que los bancos en apuros se recuperaran.
La carrera de los cajeros automáticos
El Banco de Ahorros Sueco animó a Securitas Alarm a modificar su sistema de pago en las gasolineras para que se utilizara también para retirar efectivo. En 1967, se estableció un acuerdo entre Securitas, los data centers del Banco de Ahorros Sueco, e IBM con el objetivo de crear un cajero automático (ATM) conectado en línea. Sin embargo, debido a un retraso inicial, los primeros cajeros automáticos solo funcionaban offline, lo que implicaba que las maquinas no estaban conectadas a las cuentas bancarias de los clientes.
Ese retraso llevó a otros competidores a desarrollar productos similares y adelantar a Securitas en la salida al mercado. El 27 de junio de 1967, se inauguró en Enfield, Londres, el primer cajero automático, el De La Rue Automatic Cash System. Sólo nueve días después, el 6 de julio, se abrió el cajero automático de Securitas en Uppsala, al norte de Estocolmo. Hay que señalar que los cajeros automáticos tanto en Enfield como en Uppsala no estaban vinculados a los saldos de las cuentas, por lo que solo se permitía retirar dinero una vez al día.
Menos de un año después, el 7 de mayo de 1968, Securitas y el Banco de Ahorro Sueco hicieron historia al lanzar el primer cajero automático conectado en línea del mundo en el Oxie Sparbank en Malmö. Esta innovadora máquina estaba directamente vinculada a los sistemas informáticos de la entidad, lo que suponía un avance significativo en la tecnología bancaria.
Desde la década de 1960, los cajeros automáticos han pasado de las tarjetas perforadas a las tarjetas con banda magnética, a las tarjetas con chip y a los pagos sin contacto actuales mediante teléfonos inteligentes y relojes. El legado de Securi-Coll sigue influyendo en las interacciones financieras modernas. A los usuarios todavía se les pide que autentiquen las transacciones, a menudo ingresando un código PIN de cuatro dígitos. Los sistemas modernos, como ocurre con el concepto Securi-Coll, registran meticulosamente cada detalle de nuestras transacciones: qué compramos, cuándo y dónde, tal como funciona hoy.
Introduciendo la televisión industrial
La tecnología de la televisión se volvió ampliamente accesible después de la Segunda Guerra Mundial, y la propiedad de un televisor se convirtió en algo común en los hogares de Europa occidental y Estados Unidos. Con el auge y el desarrollo de las pantallas de televisión, surgió la oportunidad de revolucionar la vigilancia utilizando cámaras y pantallas de televisión para monitorizar sitios y objetos de valor. Securitas Alarm aprovechó esta oportunidad introduciendo lo que se llamó televisión industrial (ITV) a mediados de los años 50.
Los primeros sistemas estaban lejos de la tecnología plug-and-play actual. Se necesitaban importantes habilidades de ingeniería para gestionar las complejidades de cámaras y cables. La idea de ITV era hacer que la supervisión fuera más eficiente sin aumentar el personal, lo que en última instancia redundaría en una reducción de costes. El jefe del departamento ITV de Securitas Alarm, Eric Ingman, asumió el desafío de hacer que la vigilancia con cámaras fuera fácil de usar.
Gracias a las habilidades de ingeniería de Eric, Securitas ITV llegó a ser tan estable que no requería procedimientos complicados, lo que hizo posible que los técnicos de mantenimiento de Securitas administraran el sistema. El sistema permitía el control remoto, posibilitando la transmisión de imágenes incluso a largas distancias. Todas las cámaras podían gestionarse mediante baja tensión y los paneles de control se volvieron fáciles de usar. Las cámaras podrían blindarse en su emplazamiento, haciéndolas accesibles solo a los técnicos de mantenimiento.
Cuando la gran exposición de Rembrandt viajó al Museo Nacional de Bellas Artes de Estocolmo, se encomendó a Securitas Alarm la instalación de ITV, en sustitución del método de alarma ultrasónico que se había utilizado para proteger exposiciones similares en el pasado. En 1961, Securitas Alarm se había convertido en el proveedor líder de sistemas ITV en Suecia, representando el 90% de todos los sistemas en uso.
Adoptando la tecnología y preservando la sabiduría humana
Durante la década de 1960, un número cada vez mayor de industrias comenzó a adquirir instalaciones de ITV y Securi-Coll como herramientas de vigilancia, lo que llevó a Securitas a convertirse en un caso de éxito de exportación sueco. La razón principal fue la reducción de costes lograda al permitir que el mismo personal de seguridad monitoreara varias puertas y entradas simultáneamente.
Puede parecer extraño que una empresa de seguridad se dedicara a vender equipos que podrían reducir su propia fuerza laboral y, en consecuencia, sus ingresos. En ese momento, Securitas se había convertido en una empresa de seguridad impulsada por la tecnología con el propósito de hacer que el trabajo de vigilancia fuera lo más eficiente y rentable posible para los clientes. El objetivo era ofrecer sistemas de seguridad de la más alta calidad posible, una mentalidad que todavía existe hoy.
En junio de 1968, la revista Industria publicó una entrevista con Erik Philip-Sörensen, el director ejecutivo del grupo, con el titular "La seguridad es tecnología ultramoderna, pero las personas siguen siendo lo más importante". En la entrevista, Erik reflexiona sobre su notable historia, desde sus comienzos con sólo 300 coronas hasta una facturación de 150 millones de coronas 34 años después. Cuando se le pregunta sobre el secreto de su éxito, destaca dos cosas: la prudencia económica y la capacidad de atraer a grandes personas.
El tema de la entrevista es la tecnología moderna, pero Erik eligió resaltar el papel del vigilante en los sistemas de seguridad automatizados. Menciona que es rol requerirá un nivel alto y diverso de competencias, ya que el vigilante debe dominar las ayudas electrónicas disponibles y ser experto en el procesado de la información resultante. Los vigilantes de seguridad deben responder rápida y adecuadamente a cualquier situación, continúa. Esto incluye tener una comprensión sólida, por ejemplo, del funcionamiento de calderas y maquinaria y estar entrenado en técnicas de extinción de incendios, aunque en la mayoría de los escenarios, el curso de acción más adecuado es alertar a los bomberos.
Una estrategia perdurable en el tiempo
Los temores y ansiedades sobre la automatización estaban tan extendidos en 1960 como lo están hoy, cuando la inteligencia artificial (IA) alimenta preocupaciones sobre el desplazamiento de empleos y otros impactos sociales. De hecho, la cuestión de si la tecnología reemplazará a los humanos ha sido un tema recurrente desde la Revolución Industrial. Y en el sector de la seguridad, el tema siempre ha sido siempre especialmente candente.
La importancia del ingenio humano era una convicción clara para Erik ya durante el auge de la tecnología electrónica, y sigue siendo un principio fundamental para Securitas en la revolución digital actual. Para Securitas, la respuesta es la misma que entonces: a medida que las empresas navegan en un mundo impulsado por la tecnología, es crucial reconocer que tanto la tecnología como las personas son indispensables. Juntos, forman una poderosa alianza para garantizar nuestra seguridad.
En la actualidad, con 341.000 profesionales de Securitas en todo el mundo, el sector todavía adopta este doble papel: tener presencia in situ utilizando tecnología, impulsada por datos. Esta presencia es la columna vertebral de las operaciones de seguridad modernas, y un testimonio de que la tecnología no reemplaza a los humanos, sino que los empodera para mejorar nuestras capacidades.
El paso de la tradición a la tecnología
El Encuentro de las Aguas es una de las principales atracciones turísticas de Manaos, Brasil. Aquí es donde el oscuro Río Negro y el pálido y arenoso Amazonas flotan uno al lado del otro sin mezclarse, creando un sorprendente fenómeno natural. Esta confluencia también resulta ser una analogía perfecta de la ambición inicial de Securitas de integrar la tecnología y la vigilancia a finales de los años 1980, lo que dio lugar a dos divisiones que funcionaban en paralelo sin estar completamente integradas. La comparación con los dos ríos está tomada de Carl-Henric Svanberg, que estaba en medio de la acción.
Tras un período de incertidumbre y falta de oportunidades de expansión, Melker Schörling (1947-2023) se convirtió en CEO y presidente (y al mismo tiempo en un propietario) de Securitas en 1987. Melker tenía un sincero interés en el desarrollo tanto de las personas como de las empresas. Siempre estuvo abierto a ideas y dejó espacio para la contemplación antes de tomar decisiones. Fue Melker quien sentó las bases de la Securitas moderna al centrarse en los clientes y abogar por un modelo de negocio descentralizado.
Cuando Melker se unió, Securitas era conocida principalmente por la vigilancia tradicional, con la tecnología en un papel relativamente menor, constituyendo alrededor del diez por ciento de la oferta. En un esfuerzo por aprovechar mejor la tecnología moderna, el prometedor recién llegado Carl-Henric Svanberg fue ascendido a presidente de Operaciones Tecnológicas. Su primera tarea fue hacer realidad la visión de Melker de una empresa de seguridad moderna y basada en la tecnología.
La tensión entre tradición e innovación
A finales de la década de 1980, salió al mercado Microsoft Windows 1.0, se lanzó el primer teléfono celular de bolsillo y el número de ordenadores en todo el mundo alcanzó los 100 millones de unidades. Prácticamente todas las industrias, y la seguridad no fue diferente, luchaban por encontrar la manera de capitalizar el rápido avance tecnológico. El cambio de un mundo analógico a uno digital había comenzado.
Para mantenerse al día con los desarrollos, Securitas entró rápidamente en una fase de ideas innovadoras. Pero como las operaciones de vigilancia están profundamente arraigadas en la historia, la introducción de nueva tecnología sacó a la superficie el conflicto. Sin embargo, Melker y Carl-Henric fueron concluyentes; sabían que se necesitaba un cambio rápido para mejorar la eficiencia y mantenerse a la vanguardia del negocio.
Introducción de la Matriz de Mercado
Dado que los sistemas de alarma más avanzados requerían un enfoque personalizado, se necesitaba una segmentación más detallada. Fue entonces cuando nació Matriz de Mercado (Market Matrix). Con esta herramienta, se dividió a todos los clientes en segmentos según línea de negocio (Pymes, grandes bancos…) y el tamaño de sus instalaciones (fábrica, oficina, hogar). Por ejemplo, una cadena de gasolineras, aunque se considere grande, se compone de ubicaciones con distintas necesidades de seguridad. Asimismo, los requisitos de seguridad varían mucho entre la sede de un banco, una central eléctrica y una vivienda residencial.
La Matriz de Mercado ayudó a Securitas a adaptar las soluciones de seguridad en consecuencia, ya se trate de monitorización centralizada para una cadena de tiendas o de seguridad in situ para una instalación grande. Al aplicar el modelo, se vio por ejemplo, que el sector industrial expresaba reticencias iniciales al uso de la tecnología en sus soluciones de seguridad.
El sector bancario, sin embargo, y en particular el Banco Central de Suecia y los principales bancos comerciales suecos, estuvieron entre los primeros en adoptar nuevas tecnologías en combinación con la seguridad tradicional. Su interés produjo la creación de un departamento de tecnología independiente con una central de alarmas dedicada exclusivamente al sector bancario. La nueva central de alarmas para bancos se convirtió en un éxito inmediato y empresas de todo el mundo la visitaron en busca de inspiración. La marea estaba cambiando.
Securitas Direct
El cambio hacia una mayor integración tecnológica planteó preguntas importantes sobre el papel de Securitas en el suministro de tecnología en comparación con la rentabilidad de utilizar soluciones externas. Estas consideraciones estratégicas resaltaron la necesidad de contar con personas capacitadas que pudieran manejar y solucionar problemas del sistema. Como resultado, se hizo evidente que contar con un departamento de tecnología dedicado a la instalación, el mantenimiento y el soporte era esencial.
Como resultado, Securitas Direct se creó en 1988 como una empresa de alarmas para hogares y pequeñas empresas. Securitas Direct fue tratada como una auténtica startup: desarrollada dentro de la empresa, pero gestionada por separado. Dick Seger fue nombrado "intraemprendedor" interno del proyecto y al principio lo hacía todo él mismo: desde empaquetar cajas por la mañana hasta realizar visitas de ventas por la tarde.
La visión de Melker y Carl-Henric dio sus frutos; el negocio creció a un ritmo increíble. De 67 instalaciones a finales de 1988 a 3.850 en 1990. Sin embargo, faltaba un factor vital: un modelo de comercialización que aprovechara lo que Securitas Direct ofrecía a los propietarios de viviendas. La instalación de alarmas por cable era engorrosa y requería mucho tiempo: instalar un sistema de alarma en el hogar podía llevar de uno a cuatro días, dependiendo de la antigüedad del cableado de la casa.
Cuando la tecnología inalámbrica estuvo disponible, resultó ser la pieza que faltaba en el modelo de comercialización. Las instalaciones de tecnología inalámbrica ahora podrían realizarse en cuestión de horas. Con una reducción significativa de los costes de instalación y del tiempo de mano de obra, la empresa ahora podía prestar servicios a más propietarios, lo que llevó al éxito de Securitas Direct.
Treinta años después del espectáculo individual de Dick Seger, Securitas Direct tenía dos millones de clientes en 14 países. Según el ex director financiero Håkan Winberg, la clave del éxito fue que a Securitas Direct se le permitió comenzar como una nueva empresa y que Dick reportaba directamente a la dirección del grupo, lo que subraya la diferencia entre la seguridad para hogares en comparación con la de grandes clientes y bancos.
El nacimiento de Securitas Technology
En 2006, Securitas Systems (formada por sistemas de alarma, monitorización y control de accesos) y Securitas Direct fueron convertidas en empresas derivadas para accionistas y empezaron a cotizar en la bolsa de Estocolmo. El exCEO Thomas Berglund justificó esta operación como una forma de permitir que ambas compañías alcanzaran todo su potencial emprendedor. Securitas Systems fue renombrada como Niscayah y continuó siendo un importante cliente de Securitas. En 2006, Securitas Direct abandonó la Bolsa de Estocolmo fue vendida y en 2009 renombrada como Verisure.
La demanda de tecnología de seguridad llevo a Securitas a intentar la recompra de NIscayah en 2011. Sin embargo, Securitas perdió la puja frente a STANLEY Black & Decker. Once años después, en 2022, Securitas consiguió realizar la compra con éxito de la compañía, que para entonces operaba como STANLEY Security. Esta adquisición llevó a la creación de una nueva división llamada Securitas Technology, que comprendía STANLEY Security y Securitas Electronica Security. Además STANLEY Helathcare pasó a ser Securitas Healthcare.
La tecnología llegó para quedarse
La transición de Securitas hacia la integración de más tecnología ha sido un tema de debate desde la década de 1950, particularmente el equilibrio entre los servicios de seguridad tradicionales y la tecnología. La creación de Securitas Technology ha creado, de una vez por todas, un proveedor excepcional de soluciones de seguridad basadas en tecnología y un socio líder para clientes a escala global. Con una propuesta combinada para el cliente y una sólida estructura de ventas, Securitas puede generar un crecimiento mayor y más rentable que nunca.