Introducción
La información que el cliente recibe a través de las soluciones tecnológicas permite predecir incidencias y actuar de manera proactiva.Hasta hace poco, la aportación del sector de la seguridad al desarrollo de los Smart Buildings se limitaba a añadir, pero no integrar, vigilancia presencial apoyada en seguridad electrónica tradicional.
Sin embargo, los avances tecnológicos nos permiten ahora llegar mucho más allá. Por un lado, la seguridad para empresas evoluciona hacia un concepto integral, que abarca los riesgos y necesidades de los Smart Buildings a través de una mirada global. Por otro, se trata de una seguridad integrada, que aúna personas, tecnología tradicional y nuevas tecnologías en una sola capa de gestión. La unión de estos conceptos da lugar a lo que llamamos Smart Security Building. Un edificio inteligente resulta un entorno idóneo para la integración de personas (vigilantes y auxiliares especializados), tecnología de seguridad tradicional (control de acceso, CCTV, sensores de intrusión, protección contra incendios…) y nuevas tecnologías (IoT, inteligencia artificial, datificación...). Los Smart Security Buildings se basan en soluciones globales que van más allá de la dualidad seguridad/protección (security/safety), mitigan otro tipo de riesgos o incluso ayudan a mejorar procesos y resultados.
¿Cuáles son los pilares de un Smart Security Building?
A la hora de diseñar un Smart Security Building se debe partir de un análisis completo de los riesgos y necesidades concretas de cada cliente. Los paquetes estandarizados no tienen en cuenta los diversos usos, entornos y características particulares de cada edificio. Igualmente, las soluciones parciales dejan vulnerabilidades que ponen en riesgo al conjunto.
Para empezar, vigilantes y auxiliares han de aportar especialización para manejar eficientemente las soluciones de seguridad, con la ayuda de los técnicos, que aseguran el correcto funcionamiento de las instalaciones. Las personas, sus necesidades, sus conocimientos y sus capacidades son la base de los Smart Buildings. A continuación, se encuentran las herramientas y aplicaciones operativas que aumentan su eficacia y facilitan su trabajo, al tiempo que las convierten en el sensor para la obtención de datos más avanzado del edificio.
La seguridad predictiva, el futuro de los Smart Buildings
Un Smart Security Building se caracteriza por proporcionar al cliente una transparencia absoluta sobre las incidencias y los servicios contratados. La información que se recibe a través de las diferentes herramientas de seguridad facilita una gestión y control efectivos sobre la instalación.
Por ejemplo, la integración de sensores IoT permite optimizar espacios de trabajo, conociendo sus ratios de ocupación y determinando la mejor forma de distribuirlos. Si a esta información se le añade la correspondiente a temperatura, humedad o iluminación, el cliente puede reducir el impacto ambiental de su edificio inteligente a la vez que mejora el bienestar y la productividad de sus empleados.
El tratamiento de toda la información recogida permite mejorar la seguridad descriptiva para saber qué ocurrió, pero al mismo tiempo abre la puerta a una revolución en seguridad para empresas: la seguridad predictiva. Prever qué puede ocurrir permite anticiparse, compartiendo con el cliente los posibles riesgos de seguridad que pueden afectar a su Smart Building y poniendo en marcha medidas preventivas con la máxima celeridad.
Personas, aplicaciones operativas, nuevas tecnologías, sistemas tradicionales de seguridad, IoT y centros de control remoto como nuestro SOC (Securitas Operation Center). Estos son los principales ingredientes de nuestro concepto de Smart Security Building. La correcta integración de todos ellos proporciona una solución óptima y produce una gran cantidad de datos de calidad. El análisis de los datos es la mejor herramienta para la gestión de nuestros servicios, y al mismo tiempo, un valor añadido de gran importancia para nuestros clientes.
.jpg)
