Introducción
- Los aeropuertos destacan por ser uno de los sectores más regulados en todo lo referente a la seguridad.
- En España, el colectivo de la seguridad privada se encarga de gran parte de las tareas de inspección y vigilancia de viajeros y equipajes.
- Te explicamos algunas prácticas habituales de los controles de seguridad en un aeropuerto, cómo funciona el escáner o qué ocurre con las maletas facturadas.
Claves para entender las actuales medidas de seguridad en los aeropuertos
Desde la llegada al aeropuerto hasta el momento de embarcar en el avión, los pasajeros pasan por controles de seguridad exhaustivos, a los que se une un elevado número de medidas y sistemas de vigilancia. La seguridad en aeropuertos está sometida a continuas auditorías e inspecciones que buscan garantizar el bienestar de los usuarios, de los trabajadores y de los bienes materiales.
Los atentados del 11S marcaron un antes y un después en la seguridad aeroportuaria. Las normativas mundiales, europeas y estatales establecieron medidas mínimas de seguridad más rigurosas. Esto se reflejó, por ejemplo, en controles de acceso más reforzados.
¿Pero cómo funcionan exactamente estas medidas de seguridad en aeropuertos? ¿Cómo es posible controlar el equipaje de decenas de miles de viajeros? Un recorrido a través de los diferentes controles de seguridad nos ayudará a conocer y entender mejor el funcionamiento.
El escáner, pieza clave de la seguridad en aeropuertos
La primera medida de seguridad que encontramos antes de acceder a la zona restringida es la comprobación de nuestra tarjeta de embarque. En muchos aeropuertos, el propio usuario realiza la comprobación mediante el escaneo del código impreso en la tarjeta o en el teléfono móvil. En un futuro, este control será a través de biometría, como ya se ejecuta en algunos aeropuertos utilizando sistemas de reconocimiento facial.
El siguiente paso es la inspección de todos los pasajeros y sus equipajes de mano. Dependiendo del aeropuerto, los controles de seguridad se pueden realizar antes de llegar a la zona de embarque o en las propias puertas de embarque. Además, algunos aeropuertos disponen de líneas de acceso rápido (fast-track) para tripulación, pasajeros adheridos a programas VIP, familias viajando con niños o personas discapacitadas. A esto hay que añadir los filtros de seguridad específicos para empleados, quienes también se someten a un control riguroso.
En estos controles de acceso se comprueba que no llevamos objetos prohibidos en nuestro equipaje de mano. Para ello, debemos introducir en el escáner nuestro equipaje, junto a los objetos metálicos que portemos. También meteremos aquellos elementos susceptibles de esconder productos prohibidos, como sombreros, bastones o zapatos.
El caso de los zapatos merece una mención especial, ya que puede ser un lugar donde esconder objetos prohibidos. Existe un histórico de incidentes de seguridad relacionados con el calzado. Por eso, los viajeros con zapatos abultados o de suela elevada deben introducirlos en el escáner de rayos X.
¿Cómo funcionan los escáneres?
El escáner está compuesto de un generador de rayos X que radia en baja intensidad los objetos introducidos. Dependiendo del tipo de escáner que se utilice, el resultado del escaneo se verá en el monitor en blanco y negro o en colores. En los escáneres con tecnología multienergía, los objetos absorberán la radiación de distinta manera en función del peso atómico de la materia de que están compuestos. Esta diferencia permite que se proyecten en la pantalla en diferentes colores, siendo unos ojos expertos los que analicen los resultados.
El escáner agiliza y mejora notablemente la seguridad en aeropuertos, ya que permite al vigilante distinguir rápidamente los objetos prohibidos. Si la imagen no es clara, el personal de seguridad podrá requerir la apertura de la maleta para una segunda comprobación.
Los objetos prohibidos abarcan desde los más obvios, como armas y sustancias químicas, hasta determinadas cantidades de líquidos. A continuación, vemos los artículos prohibidos en mayor detalle:
¿Llevas algún objeto de metal encima?
Mientras se introduce el equipaje de mano en el escáner, toca pasar por el arco detector. Este sistema de seguridad implantado en los aeropuertos se encarga de comprobar si el pasajero porta elementos metálicos. Los detectores cuentan además con alarmas de cuota aleatorias en función del volumen.
¿Pero qué pasa si llevas marcapasos, prótesis metálicas, implantes o elementos metálicos similares? En esos casos, el pasajero debe informar al personal de seguridad para que proceda con un método alternativo de inspección.
En caso de alarma, si es real se pasará a una segunda comprobación mediante inspección manual o con detector de metales manual para identificar los objetos metálicos que provocaron la alarma. Si es aleatoria o de cuota, los vigilantes suelen realizar una segunda inspección, generalmente con un detector de trazas. El vigilante pasa una muestra por muñecas, cinturón, manos, etc, con el objetivo de captar residuos de explosivos o de narcóticos. La muestra se introduce a continuación en una máquina que analiza si existen trazas o no de sustancias prohibidas.
¿Qué ocurre con las maletas facturadas?
Paralelamente, la maleta que has facturado es sometida a varios controles de seguridad antes de llegar a la bodega del avión. Tras ser etiquetada con una pegatina identificativa, la maleta pasa al llamado “patio de carrillos”. Se trata de un laberinto de cintas que transportan el equipaje a las diferentes áreas del aeropuerto.
En el “patio de carrillos”, las maletas pasan por cinco niveles de inspección diferentes para asegurar que no contienen ningún objeto prohibido. Al igual que con el equipaje de mano, el personal de seguridad realiza las comprobaciones con la ayuda de máquinas de rayos X. En caso de sospecha, la maleta se desvía para una segunda inspección por parte de la Guardia Civil.
Algunos de los objetos prohibidos para el equipaje de mano sí pueden introducirse en las maletas facturadas. Otros, en cambio, no pueden viajar siquiera en la bodega de un avión de pasajeros. Es el caso de los dispositivos explosivos e incendiarios.
El personal de seguridad aeroportuaria
Como hemos visto, los vigilantes juegan un papel fundamental en la detección de riesgos y son una pieza clave en todo el sistema de seguridad en aeropuertos. En España, el colectivo de la seguridad privada se encarga de una parte muy importante de estas tareas de inspección y vigilancia.
La seguridad aeroportuaria requiere de profesionales con una formación muy específica y en constante renovación. En el caso de los vigilantes de seguridad, estos deben contar con la habilitación como vigilante, un curso de formación específica en seguridad en aeropuertos y otras certificaciones adicionales. Asimismo, el personal está sometido a continuas auditorias e inspecciones que aseguran la calidad del servicio.
En Securitas contamos con una división especializada en seguridad en el sector de la aviación. Ofrecemos servicios al conjunto de industrias que desarrollan su actividad en los aeropuertos y están obligadas a cumplir con la normativa nacional e internacional en materia de seguridad aeroportuaria.