Introducción
Esta ley busca el refuerzo de la seguridad de los documentos de identidad de los ciudadanos de la Unión y sus familias que ejerzan su derecho a la libre circulación. Se aplicará a los documentos de identidad y tarjetas de residencia.
Un DNI común para los ciudadanos de la Unión Europea
El llamado DNI 4.0 establece una serie de características comunes que deben tener todos los documentos oficiales de identidad expedidos por los estados miembros.
Este nuevo documento forma parte del Plan de acción 2016 de la Comisión para abordar el fraude de los documentos de viaje. Los documentos de identidad son pieza clave en la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo y la suplantación de identidad.
Otro de los cambios más relevantes es que este nuevo DNI pasa a ser bilingüe. La normativa europea obliga a los estados miembros a que, además del idioma local, figure el idioma de otro país de la UE. En España se ha optado por el inglés.
Un DNI más seguro
El tamaño del documento permanece sin cambios (85,60 × 53,98 mm) pero tiene un nuevo diseño del propio soporte que incluye modificaciones tanto en el anverso como en el reverso. Además de incorporar todas las medidas de seguridad y de usabilidad del anterior formato 3.0 (antena de radiofrecuencia y chip).
La mayoría de los cambios son estéticos, pero la nueva versión incluye algunos elementos de seguridad que complican la falsificación respecto a versiones anteriores.
El microchip es nuevo, también más difícil de falsificar, y tiene capacidad de almacenamiento para guardar la foto, la firma y las huellas dactilares de su portador. También almacena los certificados de Autenticación y Firma electrónica.
Digitalización del DNI
Otra novedad es que, además de acreditar la identidad física de una persona, el nuevo DNI también sirve para demostrar la identidad digital de los ciudadanos españoles. Está previsto que los ciudadanos puedan portar el documento nacional en el móvil gracias a la app que preparan tanto España como la UE.
Este nuevo DNI europeo se enmarca en el Programa de Identidad Digital DNIe de la Policía Nacional, que permitirá beneficiarse de las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información en su aplicación al comercio electrónico y a la Administración Electrónica.
El objetivo de la aplicación española es que los ciudadanos puedan dejar su DNI físico en casa llevando únicamente la versión para el móvil. Mediante esta se acreditará su identidad y permitirá el uso de firma electrónica desde el teléfono.
La aplicación de la UE tiene un planteamiento más ambicioso. Servirá como mecanismo de comunicación con las administraciones a distintos niveles (local, autonómico y estatal) para realizar gestiones burocráticas o el pago de impuestos y multas.