Introducción
- En las rondas de vigilancia se inspeccionan los puntos clave de las instalaciones de un negocio. Previenen y actúan ante cualquier brecha de seguridad.
Las rondas de vigilancia son esenciales para garantizar la seguridad de las empresas y los comercios. Mantienen seguros los negocios cuando quedan totalmente vacíos o cuando se reduce el personal en las instalaciones.
Una ronda de vigilancia Securitas Mobile consiste en un recorrido por la instalación revisando los puntos críticos acordados con el cliente con una frecuencia predeterminada registrando digitalmente cada punto de control como puertas de entrada y salida, naves con mercancía o áreas comunes y actuando ante cualquier incidencia.
Esta verificación permite en muchos casos anticiparse a posibles riesgos no solo de seguridad (intrusiones, robos, vandalismo…) sino de todo tipo como inundaciones, incendios, averías de maquinaría crítica, etc. Además, puesto que el vigilante realiza las rondas en distintas empresas de una misma área, el coste para cada una ellas es sensiblemente menor al de una vigilancia tradicional permanente.
Tipos de rondas de vigilancia
Para algunas empresas, las rondas de vigilancia presenciales pueden ser la solución más adecuada para sus instalaciones. Otras, en cambio, optan por rondas de vigilancia remotas.
Securitas ofrece todos los tipos de rondas de vigilancia. Un sistema integrado que permite supervisar y realizar las operaciones de seguridad desde su centro de control remoto, el Securitas Operations Center.
Rondas de vigilancia presenciales
Los vigilantes de rondas de Securitas Mobile requieren unas cualidades específicas para llevar a cabo su labor. Tanto su formación como especialización son determinantes para garantizar una correcta ronda de vigilancia. Además, la empresa de seguridad les proporciona herramientas digitales para que aumente así la eficacia y la transparencia del servicio prestado.
Esta combinación de preparación, formación continua y digitalización facilita que los vigilantes Mobile puedan cumplir su objetivo principal: detectar amenazas y comprobar de manera periódica el correcto estado de las instalaciones. Asimismo, se aseguran de que todos los puntos críticos de la instalación, conocidos como checkpoints, estén en perfecto estado y en caso contrario alertan y envían mediante sus dispositivos un informe de la situación que puede ser consultado por el cliente y que puede incluir imágenes.
Al mismo tiempo que verifican el estado de las instalaciones, los vigilantes tienen un efecto disuasorio ante posibles acciones delictivas ya que modifican el horario de sus visitas a cada instalación para evitar que los intrusos puedan aprovechar patrones fijos. También protegen las cadenas productivas (temperaturas de cadena de frío o averías, por ejemplo) y contribuyen al ahorro energético (cierre de luces y agua). Además, si tuviese lugar un suceso imprevisible, como un incendio o una inundación, pueden detectarlo y alertar de inmediato a través del SOC a los servicios de emergencia.
Vigilante de Securitas realizando una ronda de vigilancia
Rondas de vigilancia remota
En las rondas de vigilancia remota, el personal de seguridad se encuentra en el centro de operaciones, llevando a cabo la supervisión de las instalaciones a distancia gracias al Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) del cliente. De esta forma, puede verificarse el correcto estado de las instalaciones y anticiparse a potenciales riesgos sobre infraestructuras y mercancías.
En este tipo de ronda de vigilancia, el profesional de seguridad inspecciona de forma remota los principales puntos críticos de las instalaciones en unos horarios acordados previamente. Es muy útil, por ejemplo, para controlar si las puertas permanecen abiertas o cerradas. También para comprobar si existen elementos obstaculizando una zona de paso o si los valores reflejados en un dispositivo son los correctos.
La ronda de vigilancia remota permite, sobre todo, dar una respuesta inmediata y eficaz a las incidencias que se detectan, aun cuando los vigilantes no estén presencialmente. Si salta una alarma o se observa una incidencia a través de las cámaras, los vigilantes de nuestro Securitas Operation Center (SOC) evaluarán el riesgo y tomarán las medidas oportunas de acuerdo con los protocolos previamente establecidos.
La respuesta puede ser una advertencia sonora para disuadir a posibles intrusos, el envío del vigilante Acuda más cercano para investigar más a fondo o, en casos de incidentes graves, el aviso a los cuerpos y fuerzas de seguridad y a los servicios de emergencia, proporcionándoles toda la información y en caso necesario incluso el acceso a las instalaciones.
La vigilancia remota, cada vez más elegida
Cómo se lleva a cabo una ronda de vigilancia
Son varios los interrogantes que pueden tener las empresas a la hora de contratar una ronda de vigilancia. ¿Cómo se controla que se cumple la ronda? ¿Cómo actúan los vigilantes si encuentran una incidencia? ¿Cuáles son los tiempos de acuda?
Los vigilantes Mobile de Securitas tienen una ruta y un horario definidos para su ronda. Una vez en la instalación, realizan el itinerario establecido previamente junto con el cliente. Al mismo tiempo, se colocan códigos en los principales puntos a inspeccionar y estos son escaneados por los vigilantes conforme realizan las rondas. Mediante estos códigos, Securitas realiza un reporting que permite comprobar que se cumplen los horarios y los recorridos establecidos.
Si bien las rondas tienen rutas estratégicamente definidas, los cambios en los horarios de las visitas proporcionan una evidente disuasión al evitar que se pueda prever de antemano cuándo estarán los vigilantes.
En el caso de Securitas, toda posible incidencia queda reflejada mediante el Sistema de Control Informatizado (GRS). De esta manera, el cliente puede acceder, en todo momento y lugar, a sus informes e incidencias a través de una app y un portal específico.
En resumen, las rondas de vigilancia, ya sean presenciales o remotas, son claves en la seguridad de un negocio. Sobre todo, en determinados horarios cuando estos se quedan vacíos o cuando se reduce de manera significativa el personal en las instalaciones.